
Pienso y recapacito sobre los héroes de mi infancia y juventud. Són los años 60 y los comics que guardo en el cajón de la cómoda son del Capitán Trueno, Jabato, Superman -más tarde aparecerán Tintín i Conan el Bárbaro, aunque me aficione más a Conan que a Tintín-. También me leía los tebeos o cómics de Hazañas Bélicas que mi padre compraba y los de Esther, Azucena, Claro de Luna… pero claro estas no son heroínas. Sigo recapacitando y solo encuentro a Sigrid princesa vikinga que vive en Thule, compañera y eterna prometida del Capitán Trueno y a Claudia, compañera del Jabato.
Sigrid és la dama del Capitán Trueno, todo caballero ha de tener una dama, aunque si no recuerdo mal siempre acaba perdiéndola y teniendo que ir a buscarla. Los villanos siempre acaban raptándola para pedir rescate o para dar captura al héroe del cómic. Pero Sigrid es algo más que su dama. Sigrid es una belleza nórdica, con una larga cabellera rubia, esbelta y en más de una ocasión tiene que intervenir para salvar a su héroe y a sus amigos. Ella es la reina de la isla de Thule y su padre adoptivo és Ragnar Loghbroth. Sigrid no és la típica dama que pacientemente aguarda en el balcón de su palacio o castillo el retorno de su amado, sino que por el contrario acompaña en diversas aventuras al trió protagonista formado por el Capitán Trueno, Crispín y Goliat, convirtiendo el trió en cuarteto y salvando en más de una ocasión al resto de los compañeros de aventuras (algo impensable en los años en que nació el Capitán Trueno), aunque siempre permaneció como la eterna novia del Capitán Trueno ya que mantenía su amor y fidelidad sin haber llegado a casarse.
Claudia és una joven patricia romana, hija de un senador, que había abrazado el cristianismo. No olvidemos que el personaje del Jabato es un ibero, esclavo de los romanos que lo convierten en gladiador, y que tras liderar una revuelta de los gladiadores, escapa y se convierte en un prófugo. Le acompañan en sus aventuras, su amigo Taurus el fortachón del grupo, un leñador ibero como el Jabato que se unirá a èl en su huida, Fideo un enclenque poeta griego que martiriza a Taurus con sus poemas y con su inseparable lira, -y que no dejan de ser un equivalente a los personajes del Capitán Trueno, Goliat y Crispín-. Siguiendo la personalidad marcada por el personaje de Sigrid en El Capitán Trueno, Claudia rompió moldes, ya que nunca se casó con Jabato y nunca se limito a esperar al héroe desde el exilio.
El autor de Sigrid y Claudia, Víctor Mora, es quien les supo dar este aire de heroínas a unos personajes que fácilmente podían haber sido “secundarios”. Mora percibió los incipientes movimientos sociales que impulsaban la liberación de la mujer, por lo que dotó a las féminas de sus obras de una decisión y capacidades de mando muy alejadas de los arquetipos que describían la típica compañera del guerrero, como la china Lin Chin en el Guerrero del Antifaz o Mari, la africana mujer de Batán en El Cachorro. La dama del héroe, Sigrid, llegó a ser la Reina de Thule, país que gobernó con acierto y sin necesidad de tutela masculina. En las aventuras del Capitán Trueno, encontramos muchas más notas distintivas entre el resto de heroínas de la época. Sigrid desea casarse con su héroe, pero sin desatender las obligaciones que conlleva un buen gobierno hacia sus súbditos. Ella siempre regresa a Thule cuando sus responsabilidades hacen que su presencia sea necesaria, dejando de acompañar al héroe en muchas de sus aventuras.
Y estas son mis heroínas de la infancia, dos mujeres que siempre han ido a la par con su compañero.
Rosa C.L.
Març 2021